A la hora de pensar en cómo llegar a otros países con tu empresa o producto, elegir la opción correcta puede no ser tan fácil como parece. En muchas ocasiones se tiende a confundir entre la internacionalización y exportación; sin embargo, son dos formas muy diferentes de introducir tus productos en mercados extranjeros que conllevan sus propios pros y contras.
Por esa razón, en este artículo presentaremos los principales aspectos que distinguen a cada término, hondando en las principales diferencias entre internacionalizar una empresa y exportar sus productos.
¿Qué es exportar?
Exportar, puesto sencillamente, son las ventas hechas a clientes extranjeros fuera del mercado nacional. Estas transacciones pueden realizarse de manera puntual por alguna razón específica o regularmente, extendiéndose durante un periodo de tiempo determinado.
El proceso de exportación puede ser una estrategia rentable a corto o mediano plazo ya que, llevado a cabo adecuadamente, puede alcanzar resultados económicos de manera casi inmediata para la empresa.
Si bien es cierto que exportar puede formar parte del trayecto hacia la internacionalización, es importante aclarar que la inversión inicial que requiere exportar un producto no es tan alta como la que requiere internacionalizarse, ya que este proceso es más complejo y extenso.
¿Qué es internacionalizar?
Como se menciona, la internacionalización de una empresa es un procedimiento mucho más complejo, costoso y a largo plazo, siendo mucho más que solo exportar productos o servicios a otro país.
Este proceso consiste en asentar la empresa por completo en un nuevo territorio o país, estableciendo el negocio e introduciendo la marca en el extranjero, y por supuesto, adaptándose al mercado y contexto correspondiente para construir un posicionamiento sólido.
Lógicamente, esto requiere una inversión mucho mayor, tanto económica como de recursos utilizados para estudiar anticipadamente y con precisión el mercado al cual se pretende formar parte. La empresa en cuestión debe realizar un análisis de aspectos políticos, legales, económicos, culturales y sociales del país donde desea participar comercialmente.
Asimismo, posiblemente se deba invertir en nuevas instalaciones, equipamiento, logística, transporte, estrategias de venta, marketing, entre otros componentes clave que forman parte de la cadena de suministro.
Aunque puede requerir más capital y tiempo que la exportación, una de las ventajas a considerar es el crecimiento de la imagen y reputación internacional de la empresa, lo que seguramente se traducirá en ventas y ganancia económica.
Principales diferencias
Habiendo explicado los términos, la diferencia puede parecer sutil, pero de gran importancia, considerando que el funcionamiento a futuro de la empresa dependerá radicalmente de cual alternativa seleccionemos.
Como hemos visto, el internacionalizar consiste en una estrategia a largo plazo, conociendo bien el mercado y cultura a la cual se introducirá la marca, producto o servicio. El exportar, por otro lado, es un proceso mucho más sencillo y a corto o medio plazo, que puede o no ser independiente de la internacionalización de la empresa.
Usualmente se recomienda a empresas que comiencen exportando al país más conveniente para que, con el paso del tiempo, puedan decidir internacionalizarse habiendo explorado los riesgos y las posibilidades de éxito al conocer el territorio.
Después de haber analizado el nuevo mercado y determinado cual es el apropiado de acuerdo a los objetivos de la empresa, se podrá trabajar en el plan estratégico, comercial y de marketing que ayude e impulsar la internacionalización final en el extranjero.
En definitiva, exportar e internacionalizar son aspectos que se relacionan entre sí, pero que muestran diferencias relevantes. Por ello es importante comprender todo lo que implican, para así ejecutar cada proceso con la mayor posibilidad de éxito.
Suscríbete al blog por correo electrónico
Introduce tu correo electrónico para suscribirte a nuestro blog y recibir avisos de nuevas entradas.